jueves, 18 de abril de 2024

Unas cuantas ilustraciones dinosaurianas... (XC)

Permian Thermoregulation (Luis Atilano)

Como siempre, fiel a su cita, ya está aquí nuestra ronda de ilustraciones dinosaurianas. Y aunque aparece encabezada por una composición pérmica sin dinosaurios, si que podemos encontrar en esta ocasión una amplia diversidad de formas mesozoicas, ya sea jugando al dominó o echando la siesta. Los estilos y procedencias de los y las artistas también es muy variado, así que pasen y vean...

Jurassic World Domino (Carlos Luis Sánchez Becerra)

Oviraptor (James Gilleard)

El dinosaurio todavía estaba allí... (Natalia Beltrán)

A moment of peace (Deltakosh)

Therizinosaurus (Ana Sadeghi)

miércoles, 17 de abril de 2024

El dinosaurio de Shin-chan

 
Ora-tachi no Kyōryū Nikki

クレヨンしんちゃん, que seguramente te suene más como (Crayon) Shin-chan, es una serie de manga japonesa escrita e ilustrada por Yoshito Usui (1958-2009). Debutó en 1990 en Weekly Manga Action (Futabasa). Usui se inspiró en su propia familia (e incluso su perro) y Shinosuke está inspirado tanto en sus hijos como en su propia infancia. Debido a la prematura muerte del autor tras una caída en el Monte Arafune, el manga original terminó el 11 de septiembre de 2009. En verano de 2010, el equipo de Usui comenzó a publicar una nueva serie del personaje, titulada Shin Crayon Shin-chan (“El nuevo Crayon Shin-chan”). Con más de 58 millones de copias de sus aventuras vendidas, Shinosuke Nohara es uno de los personajes de manga más populares.

En 1992 comenzó la adaptación al animé, que supera los mil episodios y ha sido doblada a treinta idiomas de 45 países. En 1993 se estrenó el primer largometraje... El fotograma de arriba corresponde a una escena onírica del 26º, titulado "Crayon Shinchan Bakusui! Yumemī Wārudo dai Totsugeki", que podríamos traducir por “Shin-chan se quedó dormido: Gran asalto mundial Yumemi” (Wataru Takahashi, 2016), pero el bueno es el 31º, que llegará a las pantallas japonesas este verano y lleva el título de "Ora-tachi no Kyōryū Nikki", esto es, “El diario de dinosaurios de Ora”.

 
Super Shiro #1

No es la primera vez que vemos a Shinosuke en compañía sauria, por supuesto. En el arco argumental del manga "Matsu zaka ume no hiren" o “El trágico amor de Matsuzaka Ume”, el profesor Honeda desentierra en África los huesos de una nueva especie de dinosaurio, el Butabanasaurus (nomen ignotum). En el tebeo dedicado a la mascota de los Nohara Super Shiro #1, su pasión por los huesos le lleva a un museo de paleontología... Además, en 2009 Futabasa dedicó a los dinosaurios uno de los volúmenes de la divulgativa Enciclopedia Shin-chan.

"Shin-Chan tai Shin-Gojira" o “Shin-Chan vs. Shin-Godzilla” (Yuji Muto) es un episodio especial emitido el 22 de julio de 2016 para promocionar la nueva versión de Godzilla de Toho. Inolvidable la versión kaiju del “baile del culito”.

Recientemente, Nintendo editó el videojuego para su plataforma Switch "Ora to Hakase no Natsuyasumi - Owaranai Nanokakan no Tabi" (2021), que podríamos traducir como “Ora y las vacaciones del doctor-Un viaje interminable de siete días”.

 
"Ora-tachi no Kyōryū Nikki"

Dirigida por Shinobu Sasaki, “El diario de dinosaurios de Ora” narra la amistad entre Shiro, el perro de la familia Nohara, y una cría de terópodo. Además, en la historia, dinosaurios que se suponía extintos hacen estragos en medio de Tokio. Pero lo que nos tiene realmente descolocados es esa joroba de... ¿¿¿Concavenator???

martes, 16 de abril de 2024

Auge y reinado de los mamíferos (Steve Brusatte)

Nos plantamos en la tercera semana de nuestro Abril Literario, y en esta ocasión trataremos un libro enfocado en el registro fósil e historia evolutiva del exitoso linaje de los mamíferos con "Auge y reinado de los mamíferos", que lleva como subtítulo "Una nueva historia. Desde la sombra de los dinosaurios hasta nosotros". ¿El autor? Ya lo hemos puesto en el título, pero bueeeeno: nada más y nada menos que el paleontólogo Steve Brusatte.

Stephen L. Brusatte es un paleontólogo y biólogo evolutivo estadounidense nacido en  Ottawa, Illinois. Brusatte, especializado en la anatomía y evolución de los dinosaurios, estudió en la Universidad de Chicago, cursó un Máster en la Universidad de Bristol y finalmente se doctoró en la Universidad de Columbia. Actualmente es profesor de Paleontología y Evolución en la Universidad de Edimburgo, ciudad en la que vive hoy en día. Ha sido autor o coautor de varias especies de dinosaurios y otros organismos fósiles, ha trabajado como asesor científico de documentales (así como de Jurassic World Dominion y de la próxima entrega de la saga jurásica), y ha escrito varios artículos y libros de divulgación, entre los que se encuentra el aclamado "Auge y caída de los dinosaurios".

Entre las líneas de investigación de Brusatte se encuentra también la historia evolutiva de los mamíferos, y cómo estos prosperaron cuando los dinosaurios no avianos desaparecieron del mapa. Su nuevo libro, "Auge y reinado de los mamíferos", trata precisamente sobre esto, retomando la historia donde la dejó "Auge y caída de los dinosaurios". La sinopsis es la que sigue:

Tras su exitoso Auge y caída de los dinosaurios, calificado como «la biografía definitiva de los dinosaurios» por Scientific American, el paleontólogo estadounidense Steve Brusatte retoma el pulso de la historia explorando la extraordinaria familia que sobrevivió al asteroide: los mamíferos, entre los cuales nos incluimos.

Esta trepidante narración, que recorre casi sesenta y seis millones de años de enormes cataclismos y glaciaciones, comienza con un invierno nuclear que duró dos años. Entre sus protagonistas encontramos a tigres dientes de sable, mamuts lanudos, armadillos del tamaño de un coche, osos de las cavernas que pesan tres veces más que un oso pardo e incluso algunos tipos de humanos, como los neandertales.

El increíble y variado linaje de los mamíferos no solo se apropió del mundo, sino que también desarrolló los rasgos característicos que han sustentado su historia de éxito. Pero también de fracaso, ya que Brusatte recrea asimismo los mundos perdidos que habitaron nuestros predecesores, desde glaciaciones hasta catástrofes volcánicas. En este increíble relato, casi una novela de suspense, se entrelaza el trabajo detectivesco que el autor y otros científicos, gracias a los registros fósiles y a técnicas de la tecnología más vanguardista, han realizado para reconstruir nuestros conocimientos de una historia que llega hasta nosotros.

Este libro fue publicado originalmente en inglés en junio de 2022, pero no ha sido hasta el 15 de febrero de este año cuando hemos podido disfrutar de la traducción al castellano por parte, una vez más, de la editorial Debate. El libro cuenta con 560 páginas y, como ya ocurría en "Auge y caída de los dinosaurios", tiene algunas ilustraciones interiores en blanco y negro obra del paleoartista Todd Marshall. Puedes hacerte con él por 23,65 euros en formato físico, o 10,44 en formato digital. No dejes escapar la ocasión.

lunes, 15 de abril de 2024

Bolsilibros Mesozoicos (V): La conquista del espacio

 
Obra divulgativa de Bruguera (1967)

El creciente favor popular de las novelitas de a duro acabó decidiendo a la principal editora de tebeos del país (Mortadelo, El capitán Trueno), Bruguera, a lanzar su propia colección. Con 746 títulos (725 sin contar reediciones), La conquista del espacio (1970-1985) fue la principal colección de ciencia ficción publicada en España. Tras el cierre de Bruguera, Ediciones B la relanzó con 63 reediciones. Entre los autores que aportaron relatos con fauna mesozoica o inspirada en ella, debemos destacar, aparte del ya comentado Curtis Garland, tres nombres: Ralph Barby, Adam Surray y Kelltom McIntire. Y como ya os suponíais, todos son fake, esto es, pseudónimos de escritores españoles de pura cepa.

 
Àngels Gimeno y Rafael Barberán: Ralph Barby

Rafael Barberán Domínguez nació el año que terminó la Guerra Civil, cuyo resultado provocó que se quedara huérfano de hecho, ya que su padre, sargento en un hospital de la República, fue recluido en un campo de concentración. Estudió química, siendo empleado por una empresa estadounidense hasta que perdió el trabajo por un grave problema de visión que arrastraba desde el servicio militar. En un club de ajedrez conoció a su futura mujer Àngels Gimeno Romero. Ambos compartían la pasión por la escritura y se convirtieron en un tándem literario bajo el pseudónimo de “Ralph Barby”, responsable de más de mil libros, de los que han vendido quince millones de ejemplares, más otros tres en portugués.

 
El que más nos interesa a nosotros es “Supervivencia” (La conquista del espacio #3, 1970), que cuenta la odisea de un grupo de astronautas que llega a un planeta habitado por dinosaurios y una raza de insectos antropomórficos que se encuentran en la Edad de Piedra.

Cuando Bruguera echó el cierre en los ochenta, el matrimonio dio un paso al frente y fundó su propia casa, Ediciones Olimpic, aunque se centraron en las novelitas de terror y el oeste, dejando a un lado la ciencia ficción. Por otra parte, Àngels ha traducido obras de ciencia ficción como la saga de Alex Scarrow Time Riders, incluida la segunda novela, “Tiempo de dinosaurios”, en la que Liam, miembro del selecto club de crononautas protagonista, viaja al Mesozoico, a la zona de caza un letal depredador.

Os dejamos con un fragmento de “Supervivencia” en el que, lamentablemente, una vez más se da por supuesta la convivencia entre seres humanos y dinosaurios en la prehistoria. En su descargo, sólo cabe aquello de “mal de muchos...”, pues la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia de 2015 mostró que casi un tercio de los españoles sigue pensando que humanos y dinosaurios convivieron en algún momento [1], demostrando lo imperiosamente necesaria que es la difusión científica. Éste es el texto de (los) Barby:
Por encima de los árboles apareció la feroz cabeza del monstruo antediluviano que fue reconocido inmediatamente por Eva, ya que el desarrollo genético y biológico de aquel extraño planeta tenía muchos paralelismos con la Tierra.

Aquel monstruo debía haber estado en medio de la jungla durmiendo y acababa de despertar alzando su enorme cabeza provista de una satánica dentadura capaz de triturar un “bulldozer” en escasos segundos.

—¡Peligro! —exclamó telepáticamente el anciano echando a correr.

Aquellos seres, provistos de antenas demostraron poder correr con una velocidad muy superior a la de los humanos. Varios de ellos recogieron del suelo lanzas que al parecer habían dejado caer antes de presentarse a los recién llegados.

—Es un terópodo.

—Parece muy peligroso.

—Sí, se sabe que eran terriblemente sanguinarios.

—Pues nuestros amigos de las antenas les tienen bastante terror.

—Lógico, como sólo poseen lanzas por armas, nada pueden contra él.

—Probablemente, bichos como ése diezmarán su población como debió ocurrir en la Tierra durante la prehistoria.

—¿Y qué hacemos? Ese monstruo parece que nos ha visto. Nos mira horriblemente y saca su lengua. Va a venir hacia aquí y su velocidad será asombrosa debido a las grandes extremidades posteriores que posee.

—Sí, no llegaríamos a tiempo al módulo, que por otra parte no representa suficiente protección, ya que ese monstruo puede triturarlo entre sus mandíbulas.

El terópodo rugió de nuevo irguiendo aún más su cabeza que sobrepasó en mucho las copas de los árboles que le rodeaban. De pronto, se lanzó en busca de sus presas.

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[1] Mora Cuadrado, J. (2017) La ciencia de los dinosaurios en 100 preguntas, Nowtilus.

viernes, 12 de abril de 2024

Las maravillosas y extrañas criaturas de la cantera de Valkenburg aan de Geul

Entrada de la cantera de Valkenburg aan de Geul

La ciudad de Valkenburg aan de Geul está situada en la provincia de Limburgo, en el sureste de los Países Bajos, limitando con Bélgica al sur y al oeste y con Alemania al este. Durante siglos, la gente ha explotado los ricos depósitos de margas y areniscas de la zona y de paso, se han topado con numerosos fósiles. Quizá ninguno sea tan conocido como Mosasaurus. El primer ejemplar de este reptil marino se encontró en 1764 y en la actualidad se encuentra depositado en el Teylers Museum de Haarlem. Otro ejemplar, encontrado alrededor de 1772, acabó en París.

Ejemplar de mosasaurio depositado en el Teylers Museum de Haarlem

Con el tiempo se fueron creando más cuevas y canteras a lo largo de la frontera sur de Países Bajos. Debido a que estas grutas nunca fueron registradas, cualquiera que entrara sin compañía lo hacía bajo su propio riesgo, ya que no estaba garantizado encontrar la salida. De esta forma, durante décadas se han contado historias espeluznantes sobre mineros que encontraron esqueletos llenos de telarañas de personas que desaparecieron buscando una salida de las cuevas.

La minería se detuvo después de la década de 1950 (a excepción de St. Pietersberg, cerca de Maastricht), pero las cuevas permanecen. A finales del siglo XX, el consejo provincial de Valkenburg aan de Geul decidió abrir la cantera (Gemeentegrot) con fines turísticos, convirtiéndolo en un lugar fascinante para visitar por su historia en capas, ya que además de la minería también fue utilizada como capilla, como refugio para inviernos fríos y veranos calurosos, como escondite durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial o como búnker atómico para albergar a unas quince mil personas. La historia de la cantera se explica en un colorido libro (aunque disponible sólo en holandés) de John van Schaik [1].

Relieve de Megalosaurus en la cantera de Valkenburg aan de Geul (Fotografía: Tim de Zeeuw)

Una parte interesante de esta mezcla histórica tan heterogénea la constituyen una serie de esculturas y dibujos de diversos animales extintos que se remontan a finales del siglo XIX. Se pueden encontrar varios murales de Mosasaurus, una escultura de una "tortuga gigante" (probablemente inspirada en los restos de Archelon encontrados en el municipio cercano de St. Pietersberg), un relieve del mosasaurio Plioplatecarpus tallado en la suave pared de roca y, quizá lo más extraño, un relieve similar de un Megalosaurus. Por razones prácticas evidentes, todas estas reconstrucciones adoptaron un aspecto decididamente horizontal, pero se sabe muy poco sobre su creación y el libro de Van Schaik les dedica poca atención.

Relieve de Plioplaticarpus (sic) en la cantera de Valkenburg aan de Geul (Fotografía: Tim de Zeeuw)

La presencia de Plioplatecarpus no es realmente tan destacable, dado su origen local. Aún así, es interesante resaltar que el escultor Jean Caelen no eligió a Mosasaurus, mucho más conocido. Caelen era un maestro herrero de Valkenburg aan de Geul que regentaba una tienda de herramientas y materiales de hierro. Además, alrededor de 1890 fue nombrado inspector de minas, y como tal, era el responsable de la seguridad de los mineros y pasaba bastante tiempo en las cuevas. A juzgar por la escala de estas esculturas, su trabajo no le tenía demasiado ocupado y da la impresión de que Jean Caelen y su hermano Joseph, que a veces lo ayudaba, tenían bastante tiempo libre. Por otro lado, la escultura de Plioplatecarpus refleja un animal demasiado robusto incluso para una reconstrucción de un mosasaurio de mediados del siglo XIX.

Relieve de Megalosaurus en la cantera de Valkenburg aan de Geul (Fotografía: Wikimedia Commons)

El mismo artista también realizó un Megalosaurus, que debe mucho a las reconstrucciones de Benjamin Waterhouse Hawkins en Crystal Palace, al igual que el mural de Mosasaurus parece encontrar algo de su inspiración en Book of the Great Sea-Dragons, publicado a mediados de siglo por Hawkins. La inscripción menciona que Caelen lo realizó el 4 de mayo de 1895, por lo que su representación no tuvo en cuenta lo último que se sabe sobre estos animales. Van Schaik menciona que se parece mucho al cocodrilo del Nilo que aparece en Natural History of the St. Pietersberg, publicado por Faujas de St. Fond en 1799, aunque también puede ser una mezcolanza del trabajo de Hawkins [2].

Mural de Mosasaurus en la cantera de Valkenburg aan de Geul (Fotografía: Wikimedia Commons)

No obstante, la criatura más peculiar de todas podría ser el mosasauroideo "Hainosaurus" que se puede encontrar cerca del Megalosaurus de Caelen. Fue descrito por el paleontólogo francés Louis Dollo en 1885, aunque actualmente se considera un sinónimo del género Tylosaurus. Van Schaik no menciona esta escultura y es dudoso que también haya sido realizada por Caelen.

Relieve de "Hainosaurus" en la cantera de Valkenburg aan de Geul (Fotografía: Flickr)

Todos estos relieves y los murales que los rodean, fueron un trabajo llevado a cabo por aficionados, pero no dejan de ser respetables. La magnitud del trabajo de Caelen, así como su habilidad para trabajar las paredes de la cantera, es realmente impresionante, aunque desde un punto de vista científico el resultado deja mucho que desear, incluso para su época. No se sabe con certeza cuál fue la motivación de Caelen, pero la cueva en sí se abrió al público en 1885, cuando Valkenburg aan de Geul comenzó a probar las ventajas de la floreciente industria turística.

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[1] van Schaik, J. 2011. Gemeentegrot Valkenburg aan de Geul. Valkenburg: Europe Subterranea.
[2] van Schaik, p. 129 sobre Faujas de Saint-Fond, B. 1799. Histoire naturelle de la montagne de Saint-Pierre de Maestricht. Paris: chez HJ Jansen, p. 391.

El texto y las imágenes de la presente entrada son resultado de la traducción y adaptación del artículo "The wonderfully weird creatures of the Valkenburg Cave" de EightTermini publicado en Medium el 13 de marzo de 2024.

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